GUIA DE ESTUDIO PARA HOY
2024-11-21
El hombre de fe persevera en el temor de Dios
PASAJE BIBLICO: “No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo”. (Proverbios 23:17)
PASAJE COMPLEMENTARIO: -
Cuando hablamos del mundo y sus deseos, la Palabra de Dios nos describe tres cosas: los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Respecto a los deseos de la carne, el apóstol Pablo en Gálatas 5:16 es claro diciendo: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”. Respecto a los deseos de los ojos nos podemos preguntar: ¿qué es lo que deseamos tener más? Los deseos de los ojos, es como aquel apetito de tener más y de tenerlo de acuerdo a como creemos y como queremos tenerlo. La vanagloria de la vida tiene que ver con el envanecerse, es aquella ostentación que termina siendo necesaria y vana para nuestras vidas. Ninguna de estas cosas proviene de Dios, ni los deseos de la carne, ni los deseos de los ojos ni la vanagloria de la vida; todos son deseos del mundo.
En el Nuevo Testamento, en el libro de Santiago 4:2-3, Santiago nos habla acerca de todo lo que tiene que ver con la codicia: “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”. En el pasaje encontramos entonces que el deseo está asociado con la codicia y a su vez con la envidia: deseamos, porque codiciamos lo que no tenemos. Sumado a esto viene la envidia, porque terminamos envidiando lo que no podemos alcanzar. Muchas veces nos acercamos a Dios para pedirle, pero cuántas veces nos acercamos para pedir, terminamos pidiéndole mal, le pedimos conforme a los deseos en la carne.
El apóstol Pablo nos dice en Efesios 4:22: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”. Debo despojarme de la pasada manera de vivir, del viejo hombre que está viciado con deseos engañosos. Los líderes desean y mueven el deseo de los demás, pero los hombres de fe saben lo que otros necesitan, y ¿qué es lo que necesitamos? Necesitamos de Dios, necesitamos volvernos a Dios.
OREMOS: "Padre bueno, tú me enseñas cada día a ser un hombre de fe, a perseverar en la verdad, en tu verdad; perseverar hacia un propósito, persistir en ello, ser constante hacia un propósito conforme a tu voluntad y también hacia un estilo de vida. No solamente es fijar metas en mi vida, sino qué estilo de vida es el que debo llevar. Y es conforme a tu carácter, conforme al fruto de tu presencia en mi vida, al fruto de tu Espíritu, por eso quiero desde hoy y siempre perseverar en todo aquello que me muestras en tu Palabra".