Menesterosa y previsiva

Fecha: 2025-05-14

Bíblico: “Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso. No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles”. (Proverbios 31:20- 21)

Complementario: Rut 3:11; Proverbios 31:1

Devocional: La vida de la joven moabita llamada Rut sigue siendo el ejemplo sobre el cual estamos aprendiendo lo que es ser virtuoso. Es en ese contexto que estudiamos Proverbios 31, y le permitimos a Dios que nos muestre aquellas cosas que debemos cambiar o implementar en nuestra vida. Iniciando el capitulo 31 de Proverbios, encontramos a una madre enseñándole a su hijo, que es rey y se denomina Lemuel. ¿Qué le enseñó? A defender la causa del pobre y a defender la causa del menesteroso. El menesteroso es aquel que tiene, pero no lo suficiente, por lo que se encuentra en necesidad. Ser misericordioso es algo maravilloso para un hombre, es una característica que enamora profundamente a un hombre. Ser misericordioso es no dar la espalda al necesitado, es estar allí en el momento indicado para extender la mano y prestar ayuda cuando se necesita. No hay virtud en la indiferencia. La mujer virtuosa no teme, ¿por qué? Porque es previsiva, no expresa cosas como: “es que no estoy preparada, ¡ay! ¿qué va a pasar si llueve? ¿qué va a pasar si viene la nieve? ¿cómo voy, entonces, a darle abrigo a mi familia? ¿cómo voy a cubrir de vestido adecuado para la nieve, para el frío, para poderse mover en medio de la nieve, de una fuerte nieve? ¿cómo lo haré? Mucho temo que la nieve venga a mí”. Muchos entonces oran: “Señor guárdanos de la nieve, guárdanos de la tormenta”. Pero una mujer virtuosa es aquella que ya es previsiva, dice: “bueno, posiblemente llueva, venga una tormenta, posiblemente venga una tormenta de nieve”, pero ella es previsiva, por eso no teme. Siempre hay previsión, sabe que puede nevar, sabe lo que podría afectar a su familia, a sus seres queridos y se prepara para ello. No mira al futuro con temor, no transmite ese temor a los suyos, se prepara y los prepara y por eso vive confiada, porque sabe lo que ha hecho para recibir lo que se viene.

Oremos: "Amado Dios, en este momento me acerco a ti en oración con la decisión en mi corazón de ser una persona virtuosa. Entiendo que no debe haber en mí indiferencia frente al dolor y la necesidad de otros, mucho menos de los míos, por ello te pido, mi Señor y mi Dios, que me des un corazón sensible y una disposición genuina para ayudar a los demás. Quita de mí el miedo a lo porvenir; dame la capacidad de comprender que la nieve puede venir, pero que mientras yo esté preparado, no solo puedo protegerme a mí sino a mi familia. Si ellos ven en mí a una persona previsiva, entenderán por qué son mis cuidados sobre ellos, y yo estaré tranquilo. Tú tienes el poder para hacer de mí una persona como Rut, una persona virtuosa, y me dispongo a serlo Señor. Sé que con tu ayuda todo es posible. Gracias por tu amor y misericordia sobre mi vida. Cúbreme a mi y a mi familia con tu sangre preciosa".