
LA AUTORIDAD Y LA ÉTICA
2 mayo, 2025
EN EL MATRIMONIO SE CHARLA, PERO NO SE COMUNICA
9 mayo, 2025A través de este artículo vamos a descubrir lo que muchas veces no aceptamos de nuestra vida y cuánto nos afecta a la hora de amarnos a nosotros mismos.
Cada uno de nosotros, como seres individuales que somos, posee características que forman parte de nuestra esencia. Cabe decir que existen aspectos de nuestra vida que, en definitiva, son inmodificables, por más que intentemos cambiarlos, ya que son fundamentales para nuestro ser.
Un primer aspecto importante es nuestra apariencia. Por más que queramos ser diferentes y hagamos todo lo posible para ello, nos damos cuenta al final de que esto no puede cambiar nuestra verdadera necesidad interior.

Existen muchas personas que logran modificar diversas partes de su cuerpo, pensando que, con ello, se sentirán mejor y fortalecerán su autoestima. Sin embargo, ese no sería el punto, ya que la autoestima y el aceptarse a uno mismo no dependen de miles de transformaciones; es algo interno, es el amor propio.
En realidad, vemos a muchos individuos que han invertido grandes cantidades de dinero en cambiar su cuerpo, pero nada les satisface, los llena o les realiza, porque siguen experimentando el mismo vacío en su ser.
El rey David declaró en uno de sus Salmos lo siguiente: “Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”. Esto lo dijo refiriéndose a sí mismo, dando gracias al Creador por la forma en que lo había hecho. ¿Podemos decir lo mismo cada uno de nosotros? ¿Podríamos afirmar que somos la más grande obra de la creación? Empiece por amarse tal como se ve, cuide su cuerpo y valórese cada día como el ser extraordinario que es.

Otro aspecto inmodificable, pero para bien, son los talentos o habilidades. Lógicamente, cada uno de nosotros está en capacidad de desarrollar y aprender muchas destrezas, pero no podemos caer en el error de sentirnos inferiores, pensando que no tenemos las habilidades que tiene otro individuo. Siempre estamos rodeados de personas que sobresalen en diferentes aspectos, pero esto no significa que nos debamos sentir menos. Todos tenemos, de forma diferente, habilidades realmente dotadas por Dios.
No es sano compararnos mirando lo mejor de los demás y muchas veces viendo lo peor de nosotros mismos. Esto nos llevará a desarrollar un complejo de inferioridad, anulando nuestra vida y dificultando que demos lo máximo de lo que tenemos. Mientras tanto, cuando nos vemos como seres diversos, con capacidades diferentes, entendemos que, así como uno brilla por una habilidad, nosotros brillamos por otra.
¡Disfrutemos entonces de cómo somos, lo que tenemos y lo que podemos hacer! Cuando conocemos bien nuestro ser y reconocemos las cualidades dadas por Dios, podemos ser cada día más excelentes en lo que realizamos y desarrollar todo nuestro potencial.
Te invito a profundizar en estos y otros aspectos de tu vida, que hacen parte de ti, a través de un maravilloso libro, donde descubrirás el efecto de la Teoterapia en la autoestima, titulado: ¿Es un pecado amarse a sí mismo? Allí encontrarás herramientas para disfrutar de lo que somos y proyectar esa maravillosa persona que eres.
Adriana Aristizábal
MTC