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2 mayo, 2025El matrimonio es una gran aventura en la que día a día maduramos y buscamos… ¿la perfección? ¿Sientes que te falta mucho para llegar a ese nivel? Seas casado, o no, esto te puede interesar.
El matrimonio es una gran aventura en la que, día a día, maduramos y buscamos la perfección. Sin embargo, con el paso de los años nos damos cuenta de que no es tan sencillo y, muchas veces, caemos en situaciones que minan nuestra relación, afectando diversas áreas de nuestra vida, incluida la sexualidad.
Como pareja, atravesamos diferentes etapas, y en todas ellas es crucial afrontar cada cambio, poniendo en práctica la comunicación, un factor vital para resolver cualquier conflicto.

La Palabra de Dios nos enseña en Hebreos 13:4: “Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla”. El Señor nos insta a que nuestro matrimonio sea honroso, es decir, que lo valoremos como algo valioso, decoroso y digno de respeto. Por ello debemos fomentar un ambiente donde existan canales abiertos para comunicar lo que sentimos, expresar los cambios que estamos atravesando y buscar soluciones asertivas.
A esa libertad hemos sido llamados en el papel que desempeñamos dentro del matrimonio. No podemos sentir vergüenza en ninguna de sus etapas. Tal vez seamos una pareja recién casada y nos sintamos inexpertos, sin saber cómo satisfacer al otro o enfrentando inseguridades sobre lo que nuestra pareja nos demanda. O quizá estemos atravesando la menopausia, la andropausia o una etapa más adulta. No hay razón para sentirse mal; lo importante es dialogar y buscar el apoyo necesario en un orientador espiritual y/o un profesional de la salud.
El manual de vida, en Génesis 2:23-25, nos muestra lo que expresó Adán al ver a Eva: “Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada varona, porque del varón fue tomada… Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”. Si deseamos una vida sexual satisfactoria, es crucial que exista esta libertad. Desde la creación, quedaron plasmadas palabras que reflejan la admiración de Adán por su esposa y la naturalidad con la que ambos veían sus cuerpos sin vergüenza.

En conclusión, la vida matrimonial requiere múltiples oportunidades para fortalecer la comunicación, la cercanía y la intimidad, aspectos que deben prevalecer sobre cualquier dificultad emocional que pueda generar vergüenza. El matrimonio necesita libertad y debemos trabajar en todo aquello que la obstaculice, comenzando por superar nuestros conflictos.
La Palabra de Dios es una guía maravillosa que nos permite avanzar con firmeza en el camino correcto hacia la madurez en la relación de pareja. La intimidad está consagrada en la Biblia y, más allá de los prejuicios, en la verdad de Dios encontramos instrucciones claras para una vida sexual sana.
Por ello, deseo recomendar un libro que considero una base fundamental para cualquier matrimonio en busca de crecimiento. Estoy segura de que será una guía valiosa para la relación conyugal. Los invito a leer “Sello de amor”, de la Doctora Lolita Cruz de Chamorro. En él descubrirán lo que todo matrimonio debe saber.
Adriana Aristizábal
MTC